Las personas que con una discapacidad, tenemos como cualquier otra persona ventajas y desventajas; esto incluso se ve empezando por nuestra familia, la cual a veces no nos reconoce el trabajo y el esfuerzo que nos exige cualquier actividad por simple que sea.
Con esto no quiero decir, que no nos quieran o que no nos apoyen pero a veces sin querer, ellos son los que más piedras nos ponen en el camino, con la idea de que es lo mejor para nosotros.
Por ejemplo, cuando se está buscando la independencia económica y afrontar la vida y sus consecuencias, la familia es el primer obstáculo que encuentras, debido al miedo que causa la separación del núcleo familiar. El hecho de que te encuentres sola en una sociedad, ignorante e intolerante respecto al trato de la discapacidad le plantea a la familia un enorme temor, porque al fin de cuentas, no deseas vernos sufrir, pero al mismo no se percatan que el mantenernos aislados de los demás, es causa de mucho sufrimiento. Si en el núcleo familiar sucede esto, imagínense lo que podemos esperar de la sociedad en general.
Finalmente me despido compartiéndoles la siguiente frase que espero les cause el mismo impacto que a mí.
Cuanto mayor es la dificultad,
mayor es la gloria por haberla superado.
Epicuro
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