miércoles, 9 de enero de 2013

ERES LO QUE PIENSAS.



Hola: Despues  de unos meses de ausencia nos volvemos a reencontrar, les deseo un feliz año nuevo lleno de prosperidad amor abundancia. Hoy les quiero compartir el fragmento de un curso que se titula "Eres lo que piensas"; espero les agrade y si a alguien le interesa, en unos dias  publicaré la continuacion.

Les deseo un excelente dia, que ¡Dios les bendiga siempre!.

Introducción 
El objetivo de este curso es desarrollar un conocimiento sencillo pero a la vez profundo sobre la importancia de los pensamientos y su efecto en nuestra vida diaria.

Se dice: “Eres lo que piensas”. Una afirmación simple pero muy precisa. Lo que hacemos, lo que decimos, lo que sentimos, todo tiene su origen en la mente. La energía de la mente humana es el pensamiento. Posiblemente es el mayor pero a la vez el menos comprendido de los recursos energéticos del universo.

El pensamiento es como una semilla, cada pensamiento produce su flor y su propio fruto. Es decir, los pensamientos pueden ser constructivos o destructivos, amorosos o rencorosos, de felicidad o depresivos. Cuando somos capaces de entender y utilizar esta energía de la mente, entonces la podemos canalizar para producir aquellos “frutos” que nos proporcionan más felicidad.

El objetivo de este curso es proveer un entendimiento de nuestra propia mente para mejorar la calidad de nuestra vida. Ofrece métodos prácticos para mejorar nuestras relaciones ya sea en nuestro hogar, con los amigos o en el trabajo.

El curso está dividido en cinco lecciones que abordan los siguientes temas:
· Lección 1. Los beneficios de los pensamientos positivos en la mente, el cuerpo y las relaciones.
· Lección 2. Convierte a tu mente en tu mejor amigo.
· Lección 3. El arte de mantener un equilibrio.
· Lección 4. El juego de la vida.
· Lección 5. Meditación. El poder del pensamiento concentrado

1. Los beneficios de los pensamientos positivos en la mente, el cuerpo y las relaciones. El propósito de estas cinco lecciones es ofrecer una introducción sencilla al papel que tienen nuestros pensamientos en nuestra vida y en el desarrollo de nuestra personalidad. Nuestros pensamientos juegan un papel muy importante en todos los aspectos de la vida, incluso podríamos afirmar que todo depende de ellos.

Se dice: “Eres lo que piensas”, es verdad ya que la calidad de nuestros pensamientos tarde o temprano se hace visible mediante nuestras palabras, nuestro comportamiento e incluso a través de las expresiones de nuestra cara. La semilla de nuestras palabras y acciones es el pensamiento.

Todo lo que está hecho por el hombre empezó primero con un pensamiento o una idea que vino a la mente, sea de una casa nueva, un descubrimiento científico o incluso una guerra. Primero hay un pensamiento, después se hacen los planes y finalmente ese pensamiento se exterioriza en la forma de palabras o acciones. 

Pero, ¿por qué hemos de pensar de forma positiva? Y, ¿quién dice que todavía no tenemos la maestría en este arte? Como entendemos que los pensamientos son la raíz de las acciones y de la actitud, hemos de cambiar estas raíces, para que nuestras acciones y comportamiento se hagan más positivos.

Lo primero, antes de que empecemos a aprender este arte de pensar en positivo, es descubrir cuántos tipos de pensamientos puede crear nuestra mente. Normalmente emergen cuatro tipos de pensamientos de nuestra mente. Entendiendo cada uno de ellos podemos empezar a escoger los pensamientos que nos den beneficio y descartar los que son inútiles o dañinos para nosotros.

Los cuatro tipos de pensamientos son:
1.- Pensamientos necesarios o mundanos.
2.- Pensamientos inútiles.
3.- Pensamientos negativos y/o destructivos.
4.- Pensamientos positivos y/o sutiles.

1. PENSAMIENTOS NECESARIOS son aquellos que se refieren a nuestra rutina diaria como: “qué comemos, qué tengo que hacer hoy, cuándo tengo que pagar el alquiler, etc.” Pensamientos que tratan con la vida diaria.

2. PENSAMIENTOS INÚTILES son los que no tienen utilidad ni constructiva ni particularmente negativa. Se refieren a cosas del pasado, como “si esto no me hubiera ocurrido, por qué me dijo eso, si sólo hubiera hecho esto o lo otro, etc.” Demasiados pensamientos sobre algo que ya no podemos cambiar.Los pensamientos inútiles tratan también sobre el futuro, como: “¿qué va a ocurrir si….?, ¿cómo va a ocurrir…?, ¿qué haré si…?, etc.” Muchos de nuestros pensamientos entran bajo esta categoría de pensamientos inútiles (y la ciencia dice que diariamente creamos entre 30.000 y 50.000 pensamientos) y aunque no son negativos, aún así nos vacían de nuestra fuerza interior y nos hacen sentir cansados. Nuestra habilidad de concentración también se debilita mediante los pensamientos inútiles; y por eso si tenemos muchos de tales pensamientos utilizaremos mucha más energía y tiempo para llevar a cabo una tarea.

3. LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS son los más dañinos, especialmente hacia nosotros mismos. Aparte del impacto que puedan causar en los demás, estos pensamientos causan una gran pérdida de nuestra paz y fuerza interior. Los pensamientos negativos están basados en la ira, avaricia, expectativas insatisfechas, desacuerdos, celos, etc. Si nuestros pensamientos están basados en estas debilidades es como si estuviéramos envenenando nuestra propia mente y también la atmósfera de nuestro alrededor.

No importa cuánta razón tengamos, pensando con negatividad siempre seremos los perdedores ya que los pensamientos negativos nos arrebatan nuestro autorrespeto y también los demás pierden el respeto hacia nosotros. Por lo general vemos que la gente que piensa muy negativamente sobre los demás a menudo se encontrará sola, aunque tenga muchas relaciones. Si, por ejemplo, tenemos pensamientos de ira, los demás intentarán evitarnos ya que la ira es como un fuego que destruye y hace daño y nadie puede acercarse a tal fuego.

4. LOS PENSAMIENTOS POSITIVOS son los únicos que nos permiten acumular fuerza interior y nos capacita a ser constructivos. Los pensamientos positivos son los que siempre dan beneficio en todas las situaciones sin atraparnos en la apariencia externa de una situación. Pensar positivamente no significa que ignoremos la realidad a nuestro alrededor y pretender vivir en lo irreal o pretender ser otro. Por ejemplo: cuando paseamos por la calle y hay mucha basura por todas partes, el decir que no lo veo, que no huelo nada, es irreal, o cuando estamos enfermos y nos repetimos una y otra vez: estoy sano, estoy sano, esto no es lo que queremos decir con pensamiento positivo. Pensar positivamente significa ver los problemas y reconocer su realidad, pero al mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones a ese problema.

A menudo, esto requiere tolerancia, paciencia y sentido común. Es fácil ser pesimista, así como ser optimista, pero necesitamos ser muy cuidadosos y maduros si queremos ser realistas. Una persona que piensa positivamente será consciente de las debilidades de los demás a su alrededor pero aún así dirigirá su atención hacia las buenas tendencias de los demás. Los pensamientos positivos nos dan el sentimiento de contentamiento interior y gracias a esto nuestras expectativas hacia los demás disminuyen cada vez más. Esto no significa que no nos importen, sino que dejamos de pedirles amor, respeto, reconocimiento, etc. Y hacemos que la relación sea más ligera. Este es el mejor método para crear relaciones duraderas y armoniosas. También cuando estamos contentos interiormente tenemos la fortaleza para aceptar a los demás tal como son sin querer cambiarles como nosotros pensamos que sería correcto. Junto a esto somos capaces de darnos tal como somos, con nuestros talentos positivos y nuestras limitaciones, sin pretender otra cosa.

Nuestro cuerpo también experimenta gran beneficio, ya que cuando nuestra mente está en equilibrio y en armonía somos menos sensibles a las diferentes enfermedades.

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