lunes, 5 de octubre de 2009

Algo sobre la Parálisis Cerebral






PARALISIS CEREBRAL

Se le define como un padecimiento que principalmente se caracteriza por la inhabilidad de poder controlar completamente las funciones del sistema motor. Esto puede incluir espasmos o rigidez en los músculos, movimientos involuntarios, y/o trastornos en la postura o movilidad del cuerpo. Es causada por una lesión en una o más áreas específicas del cerebro y no a los músculos. Esta lesión puede producirse antes, durante o después del nacimiento.

Los trastornos son debidos a una lesión cerebral que interfiere en el desarrollo normal del niño. Se produce en el primer año de vida, o incluso en el período de gestación, y puede ocurrir hasta los cinco años. Se distingue por el daño dominante de las funciones motrices, el cual afecta al tono, a la postura y al movimiento. Los trastornos motores afectan a la mayoría de los casos a los órganos bucofonadores y dificultan el desarrollo de la alimentación y el habla.

En el período prenatal, la lesión es ocasionada durante el embarazo y pueden influir las condiciones desfavorables de la madre en la gestación. Suele ocasionar el 35% de los casos. Los factores prenatales que se han relacionado son las infecciones maternas (sobre todo la rubéola), la radiación, la anoxia (déficit de oxígeno), la toxemia y la diabetes materna.

En el período perinatal, las lesiones suelen ocurrir en el momento del parto. Ocasionan el 55% de los casos, y las causas más frecuentes son: anoxia, asfixia, traumatismo por fórceps, prematuridad, partos múltiples, y en general, todo parto que ocasiona sufrimiento al niño.

En el período postnatal, la lesión es debida a enfermedades ocasionadas después del nacimiento. Corresponde a un 10% de los casos y puede ser debida a traumatismos craneales, infecciones, accidentes vasculares, accidentes anestésicos, deshidrataciones, etc.

La parálisis cerebral, según sus efectos funcionales, se subdivide en:

Espástica, se caracteriza por notable rigidez de movimientos, incapacidad para relajar los músculos, por una lesión de la corteza cerebral que afecta los centros motores.

Atetósica, en esta situación, la persona presenta frecuentes movimientos involuntarios que interfieren con los movimientos normales del cuerpo. Se producen por lo común, movimientos de contorsión de las extremidades, de la cara y la lengua, gestos, muecas y torpeza al hablar. La lesión de los ganglios basales del cerebro parece ser la causa de esta condición.

Atáxica, en esta condición la persona presenta mal equilibrio corporal y una marcha insegura, y dificultades en la coordinación y control de las manos y de los ojos. La lesión está localizada en el cerebelo.

Formas mixtas: es raro encontrar casos puros de espasticidad, de atetosis o de ataxia. Lo frecuente es que se presente una combinación de ellas.

Según la distribución del trastorno neuromuscular o el criterio clasificatorio de topografía, que indica cual es la parte del cuerpo afectada, podemos distinguir entre:

  • Hemiplejía: afecta a una de los dos hemicuerpos (derecho o izquierdo)
  • Diplejía: mitad inferior más afectada que la superior.
  • Cuadriplejía: los cuatro miembros están paralizados.
  • Paraplejía: afectación de los miembros inferiores.
  • Monoplejía: un único miembro, superior o inferior, afectado.
  • Triplejía: tres miembros afectados.

Según el tono muscular

  • Isotónico: tono normal.
  • Hipertónico: tono incrementado.
  • Hipotónico: tono disminuido.
  • Variable: tono inconsistente.

La parálisis cerebral se diagnostica principalmente evaluando de qué manera se mueve un bebé o un niño pequeño. El médico evalúa el tono muscular del niño, además de verificar los reflejos del bebé y fijarse en éste para comprobar si ha desarrollado una preferencia por su mano derecha o izquierda. Otro síntoma importante de parálisis cerebral es la persistencia de ciertos reflejos, llamados [reflejos primitivos,] que son normales en los bebés pequeños pero que, por lo general, desaparecen entre los 6 y 12 meses de vida. El médico también llevará una historia clínica detallada para descartar que los síntomas obedezcan a otros trastornos.

Comúnmente el tratamiento que lleva se basa en cuatro pilares fundamentales, los cuales son, la fisioterapia, la terapia ocupacional, la educación compensatoria y la logopedia.

En términos generales el tratamiento incluye 3 elementos básicos:

Tratamiento conservador: Se trata fundamentalmente de un programa de fisioterapia por medio de técnicas de facilitación neuromuscular y propioceptiva, masoterapia, estimulación temprana, etc. y terapia ocupacional, supervisado por los especialistas en el área y con la activa participación de los padres o la familia del paciente.

Tratamiento Farmacológico: Entre los medicamentos que se indican están los relajantes para disminuir los temblores y la espasticidad, y anticonvulsivantes para prevenir o reducir las convulsiones. La cirugía puede ser necesaria en algunos casos para liberar las contracturas en las articulaciones, las cuales son un problema progresivo asociado con la espasticidad. También puede ser necesaria para colocar tubos de alimentación y controlar el reflujo gastroesofágico.

Tratamiento Quirúrgico: Sólo se debe considerar como recurso final, si las condiciones del paciente lo requieren y a juicio del equipo multidisciplinario es la mejor alternativa para el paciente.

Complicaciones Asociadas: Existen ciertas dificultades y condiciones médicas que son más frecuentes en niños con parálisis cerebral:

  • Visión: El problema más común es el estrabismo, que puede requerir corrección con lentes y terapia visual o, en casos muy severos, cirugía. Algunos niños pueden tener defectos corticales de la visión; significa que la parte del cerebro que es responsable de comprender las imágenes que el niño ve no funcionan adecuadamente. Es posible que los ojos del niño se vean sanos al examen, pero su visión no sea normal.

  • Percepción Espacial: Algunos niños con parálisis cerebral no pueden recibir el espacio y relacionarlo con sus propios cuerpos (no pueden evaluar las distancias) o pensar en términos espaciales (visualizar una construcción tridimensional) ya que ello requiere la función coordinada de ambos ojos. Esto se debe a una lesión cerebral, y no está relacionado con la inteligencia.

  • Audición: Los niños con parálisis cerebral atetósica presentan dificultades auditivas severas con más frecuencia que otros niños, aunque éste no es el caso en niños con otras formas de parálisis cerebral. Estos niños tienen, sin embargo las mismas posibilidades que otros niños de presentar infecciones óticas, lo cual puede ocasionar un problema auditivo leve, lo que a su vez puede dificultar aún más el aprendizaje del lenguaje.

  • Lenguaje: El lenguaje depende de una buena respiración y de la habilidad de controlar los pequeños músculos de la boca, lengua, paladar y laringe. Las dificultades de lenguaje y las dificultades para masticar y tragar frecuentemente van de la mano en los niños con parálisis cerebral. La terapia de lenguaje puede ayudar a superar estas dificultades.

  • Epilepsia: La epilepsia afecta a uno de cada tres niños con parálisis cerebral, pero es imposible predecir si el niño convulsionará y cuándo. Algunos empiezan a convulsionar desde bebés, y otros sólo cuando llegan a adultos. Si el niño desarrolla epilepsia es posible, frecuentemente controlar los ataques con medicamento.

2 comentarios:

  1. HOLA MARU!!!!
    KIERO DECIRTE QUE ME DA MUCHISIMO GUSTO QUE COMPARTAS CON TODOS UN POCO DE TUS SUEÑOS Y METAS, ESTOY SEGURA QUE LO LOGRARAS!!!!
    ANIMO Y ADELANTE, YA SABES QUE EN LO QUE TE PUEDA APOYAR CUENTAS CONMIGO!!!
    NANCY

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  2. GRACIAS POR LA INFORMACION QUE COMPARTES ES REALMENTE INTERESANTE Y DE UTILIDAD!!! NO DEJES DE INFORMARNOS Y COMPARTIRNOS FOTOS TAN LINDAS
    GRACIAS!!!

    ESTEFANI

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